En mi caso, desde que decidí qué era lo que quería conseguir en mi vida, supe que tendría que irme, y bien, ya llevo ocho años en Barcelona.
En un principio todo fue bastante complicado, pero con los años vas conociendo a personas que de alguna u otra forma van ocupando un lugar importante en tu vida, y te ayudan a que la pena de encontrarte lejos de los tuyos se reduzca notablemente.
Como todos sabéis, me vine a Barcelona para estudiar bellas artes, pero cuando llevaba dos años de carrera me detectaron una enfermedad crónica (enfermedad de Cronh). Pasé una larga temporada de hospital en hospital y cuando ya por fin me había recuperado, no sentía ganas de continuar por aquel camino. Así que decidí dirigir mi vida laboral hacia el mundo de la Conservación-Restauración de arte; y ya por fin he terminado. Estoy muy orgullosa de mí misma por lo que he conseguido, y aunque es cierto que he trabajado en todo lo que he podido para pagarme mis estudios, también es cierto que no podría haberlo hecho sin la ayuda incondicional de mis padres y mi familia.
Ahora me encuentro en otra fase de mi vida en que realmente eres consciente de que te hiciste mayor, te toca buscar trabajo de aquello por lo que has luchado. Y aunque te encantaría poder recuperar todo aquello que perdiste por encontrarte fuera, tampoco quieres perder todo aquello que has conseguido al encontrarte lejos, porque a día de hoy considero a ésta mi segunda casa, he conocido a gente maravillosa, me he convertido en una persona que sabe lo que quiere y cómo lo quiere, y he conocido lo que es el amor. Pero con el tiempo he aprendido que eso es la vida, un continuo devenir de aquí para allá, donde siempre habrás de decir adiós a una etapa para acceder a otra, pero eso sí, en todas y cada una de ellas llevaré en mi corazón a mi pueblo y mi gente.
Un saludo. Sheila Durán Aguilar